LA REVUELTA, es el proyecto de #branding que hemos desarrollado para Alejandro y sus productos naturales de obrador vegano. Es un producto de mucha calidad, creado con métodos tradicionales pero que también apuesta por la innovación y experimentación, creando recetas veganas y saludables. Por eso, desde el principio tuvimos claro que no era el clásico obrador y que este proyecto precisaba de una marca que inspirara confianza, tradición y que fuera apetecible, pero además debía romper el molde y tener un punto descarado, inconformista.

Y es que una de las grandes bazas de la comida vegana es su cultura de “lo sano”, una cultura que hoy por hoy se hace hueco entre toneladas de comida basura y una oferta prácticamente ilimitada de alimentos poco saludables, por lo que se podría afirmar que el veganismo es una especie de revolución, de resistencia culinaria… una REVUELTA en toda regla a favor de lo saludable. Pero una “revuelta” también puede ser una masa de bizcocho dando vueltas a ritmo del batidor de mano en un cuenco, un bolo de hojaldre amasándose entre harina…

Esta dualidad conceptual es precisamente la receta que en Chumbo comunicación hemos utilizado para iniciar este proyecto de branding, porque en Chumbo también hacemos recetas… Preparamos en un bol: creatividad (dos puñados grandes), estrategia (500gr exactos), arte (hasta llenar el bol), al horno y voilá, ¡tenemos marca!

Habíamos encontrado el naming perfecto para el proyecto. LA REVUELTA es una potente combinación de conceptos que abría un abanico de posibilidades a la hora de desarrollar las siguientes fases de la construcción de la marca.

El siguiente paso era dar forma al nombre. Aquí nos encontramos con varios puntos que queríamos reflejar y el siguiente reto: como los productos de LA REVUELTA se crean de forma tradicional, la imagen debía transmitir exactamente eso, tradición, pero también debía mostrar ese punto inconformista y rompedor que comentamos al principio, para exprimir todo el potencial del naming.

Naming o ñaming
(en este caso)

Para ello comenzamos a estructurar la parte más tradicional de la marca. Las tipografías slab serif (egipcias) tienen el toque tradicional de las serif pero con el punto amable y “más casero” que le aportan las serifas gruesas, por lo que eran perfectas para el diseño.

Teníamos nombre y tipografía, pero hacían falta elementos que acompañaran el concepto. Al ser un obrador natural, pensamos en elementos gráficos o iconos que representaran rápidamente ese punto natural, saludable, que recordara al campo, al cereal… como por ejemplo, una espiga de trigo.

Sí. Una espiga de trigo era la imagen perfecta que representaba toda esa parte natural y sana, pero al igual que esta marca, en Chumbo también somos inconformistas y quisimos darle una vuelta de tuerca al concepto.