Elefante Rosa es una empresa dedicada desde 1985 a la fabricación y horneado de frutos secos. Su fábrica se encuentra a los pies de Sierra Nevada, lo que la sitúa en un enclave privilegiado para la conservación y manipulación de los productos. Sus productos están afianzados en el mercado y destacan frente a la competencia por su sabor y calidad.

La marca llevaba más de 30 años sin realizar apenas cambios en su imagen, sin embargo en los últimos tiempos se estaban dando cuenta de que necesitaban una actualización para no quedarse atrás frente a la competencia.

Así que, cuando decidimos abordar este proyecto, lo enfocamos como un auténtico reto: preservar la esencia de la marca, respetar sus orígenes y a su vez redirigir su imagen a líneas contemporáneas… No era tarea fácil cuando se trata de una empresa con tanta historia como Elefante Rosa. Pero en Chumbo no nos asustamos fácilmente y nos pusimos a ello con todas nuestras ganas.

La presencia de la mascota era imprescindible para preservar el espíritu de la marca. Por ello, decidimos actualizarla respetando la esencia y manteniendo todo su carácter. Sintetizamos la figura prescindiendo del cuerpo para poder aumentar su tamaño y visibilidad tanto en el packaging como en otras aplicaciones, centrando la atención en el rostro tan característico de nuestro querido elefante. El rosa y azul, dotados de un buen contraste visual, se convierten en los dos colores corporativos principales. También se busca una unificación tipográfica.